Sobre Tari
TOMBOUKTOU´S P´AYTAREL
Fecha de nacimiento: 12 de noviembre 2001
Perros son mis acompañantes de toda la vida. Incluso mis recuerdos más lejanos de la infancia siempre van vinculados con perros de alguna manera, sea perros de raza o mestizos, que nos hubieran escogido por dueños o cuya compañía hubiéramos buscado nosotros. Todos aquellos amigos caninos marcaron de cierta manera cada etapa de mi vida, llenándola de amor, alegría y amistad, y me enseñaron (y siguen haciéndolo) a percibir el mundo de estos seres admirables. Y no solamente eso. Me enseñan también a conocerme a mí misma.
Desde el comienzo de 2002 tengo por amigo un Azawakh, el macho atigrado Tombouktou´s P´Aytarel, que llamamos simplemente Tari. Tari viene del criadero Tombouktou´s de MVDr. Gabriele Meissen de Alemania. Tras haber analizado, comparado y buscado las ofertas de los criadores del Azawakh llegué a la conclusión de que quería tener un Azawakh auténtico, que además de la típica elegancia de la raza llevaría genes sanos y diversos de Azawakhs de calidad importados directamente de África, de las regiones de su origen. Con la doctora Meissen encontré precisamente lo que buscaba – un macho con un 50% de sangre africana - y ahora, al pasar el tiempo, me doy cuenta de que he recibido mucho más de lo que esperaba y anhelaba tanto.
Tari nació en la primera camada de su madre Tombouktou´s Nahalet, siendo el cachorro único. Tanto más aprecio la decisión de Dr. Meissen a escogerme como futura dueña para su único “Principito“. Cuando llegamos a recogerlo cuando tenía 11 semanas, ya sabía caminar amarrado, estaba bien enseñado y sin temer a nada. Se notaba con cuánta dedicación Gabi había educado su único cachorro.
El pequeño cachorro que trajimos a casa resultó a ser un animalito con tanta energía que no había visto nunca en otro cachorro. Estaba siempre alegre y sentía una necesidad increíble de hacerse amigo de todos los perros que encontrábamos en nuestros paseos. Todo lo que hacía lo hacía con tanto esmero que parecía increíble. Era muy obediente e inteligente y aprendía con facilidad, y nosotros no entendíamos por qué se decía de los lebreles y tanto más de los Azawakhs que su educación no suele ser muy fácil. Y como unos dueños ingenuos y bien enamorados de su mascota llegamos a la conclusión de que seguramente nuestro perrito era absolutamente único y excepcional.
Una auténtica pubertad canina nos hizo volver a la realidad y nos dimos cuenta de cuánto estábamos equivocados. Casi de un día para el otro, el cachorro obediente se transformó en un adolescente con su opinión propia que muy raras veces coincidía con la nuestra. De pronto, el mundo estaba lleno de cosas interesantes en las que había que revolcarse, que había que explorar, perseguir, agarrar y probar. Mi confianza en mis capacidades de una persona con una relativamente larga experiencia en el adiestramiento de perros sufrió un fuerte golpe y comencé a devorar literatura sobre etología y la convivencia en la manada. Empecé a aprender no solamente de la literatura, pero sobre todo – de mi perro. Las lecciones que Tari me ha dado, han sido muy buenas y han sido sobre todo de mí misma, de quién soy, de cómo llegar a ser mejor para que mi perro me tenga confianza y me aceptara e invitara a formar parte de su mundo. Fue un camino largo, que requería mucho amor y paciencia tanto de parte de Tari como de la mía. Tari fue (y lo sigue siendo) un maestro perfecto.
Después de ser un cachorro juguetón y un adolescente alocado, Tari ha madurado en un perro bien equilibrado, un acompañante agradable lleno de una inmensa ternura. Comparte casi todo con nosotros – nos acompaña en paseos largos en los bosques, ciudades grandes, va con nosotros a restaurantes, duerme con nosotros en hoteles. Es un amigo fiel para todas las situaciones de la vida. Tari es un ser bello, admirable y yo deseo devolverle por lo menos una parte de todo lo bello con lo que él enriquece mi vida.
Fotografías de carpeta Tari